Ela Martínez
Tehuacán. – El Centro Recreativo o como realmente se le conoció, “El Casino” de Tehuacán 1891-1980, un recuerdo que hoy compartimos. Para finales del siglo XIX la ciudad atravesaba por un importante crecimiento económico, gracias a la estabilidad del gobierno de Porfirio Díaz, la ciudad era pequeña, para 1890 había casi 60 mil habitantes en la región pero ya se tenían excelentes servicios a nivel de las grandes urbes. Tehuacán vio la llegada de importantes avances tecnológicos como el Ferrocarril Mexicano del Sur, el telégrafo, la energía eléctrica, los servicios de salud profesionales y el teléfono.
Este Centro Recreativo o “El Casino” fue inaugurado el 15 de noviembre de 1891 y se ubicaba frente al Parque Juárez, tenía todo tipo de comodidades, destinadas para atender a la clase acomodada de Tehuacán así como a los turistas más exigentes, el Casino ofrecía billares, un bar con una amplia gama de bebidas, juegos de mesa, pistas de baile, hasta líneas de boliche.
Destacaba también el fino equipo de audio potente de gran fidelidad, contando al paso de los años con la presencia de importantes artistas de diferentes generaciones como, Pedro Infante, José José, Los Ángeles Negros, entre otras celebridades que pisaron suelo tehuacánense, de ese modo el Centro Recreativo atrajo los eventos sociales de Tehuacán y todos querían hacer sus fiesta ahí, desde Graduaciones, Bodas, Recepciones hasta los convivios juveniles, es decir que lo más granado de la Socialité pasó por sus puertas, al paso del tiempo otros escenarios se posicionaron en el gusto de la clase adinerada como lo fue el salón del Hotel Garci-Crespo.
Mencionan que los domingos después de escuchar misa, una importante cantidad de personas se desviaba hacia el Centro Recreativo para convivir, beber algún aperitivo y disfrutar los variados platillos de comida internacional, conforme avanzaron los años el plato más popular eran las chalupitas que se volvieron la sensación entre los tehuacanenses asiduos al lugar.
El Casino de Tehuacán continuó sus operaciones hasta principios de los 80’s, posteriormente fue cerrado y alquilado para actividades de todo tipo como una tienda de ropa, una abarrotera, que duro menos de un año; un centro de videojuegos, hasta que finalmente fue arrendado por una cadena de tiendas departamentales que hasta la fecha tiene sus almacenes en este edificio histórico de Tehuacán.
Como dato especial cabe mencionar que aún conserva su placa de la fundación original.
