Manuel Sandoval
San Antonio Cañada.- Durante 24 horas pobladores de la comunidad de San Esteban Necoxcalco repican cada 15 minutos las campanas de su iglesia, lo realizan para recibir y acompañar en la mesa a los fieles difuntos que llegaron ayer y se marcharon hoy, tradición que se aferra a no perderse.
Así lo contó Felipe Antonio Salazar, presidente del comité de la iglesia de esa localidad, explicó que desde hace más de 60 años se lleva a cabo durante estos días el repique continuo, algo que es una forma de hacer sentir a los seres queridos que el pueblo los recibe con alegría.
Detalló que sus abuelos le enseñaron que se debe recibir a los muertos con 12 campanadas desde medio día del primero de noviembre y en las próximas horas continuar haciéndolo sin parar hasta las 12 de este día, cuando los difuntos parten de este mundo.
El poblador describió que al termino de la jornada, los campaneros acuden casa por casa para pedir fruta, pan o tamales, como así lo dicta la tradición, para después convivir entre ellos.