Manuel Sandoval
Tehuacán.- El obispo diocesano, Rodrigo Aguilar Martínez, celebró una misa en gratitud por la vida y ministerio episcopal, en la cual reconoció que ha tenido deficiencias y aciertos durante los 11 años que lleva a cargo de la diócesis de Tehuacán y que en enero tendrá que dejar por ordenes del papa Francisco.
En la celebración eucarística estuvieron presentes feligreses, seminaristas, párrocos y autoridades municipales, ante quienes pronunció un discurso emotivo sobre su próxima partida, al tiempo de hacer una reflexión de lo que ha sido su labor episcopal en la región de Tehuacán y lo que le espera en San Cristóbal de las Casas.
Señaló que dejar este lugar no es un regalo ni un castigo es solo una encomienda la cual fortalecerá su labor pastoral que ha realizado durante años, dijo que las siguientes semanas se convierten en una evaluación de lo que hizo bien o mal durante su estancia en esta ciudad y su llegada a la nueva diócesis implica mejorar en todo aquello que faltó realizar en poblaciones de esta diócesis.
Cabe destacar que hace unas semanas el religioso de 65 años fue elegido obispo de San Cristóbal de las Casas por el Papa Francisco, y será a partir del primero de enero del próximo año cuando se retire de Tehuacán para que inicie actividades en ese municipio del estado de Chiapas.