Foto: Johan ORDONEZ / AFP
Iinformación AFP/Edgar CALDERON / con Henry MORALES ARANA en Ciudad de Guatemala
Policías y soldados de Guatemala mantienen detenido este lunes el avance de miles de migrantes hondureños que van a pie rumbo a Estados Unidos, algunos contagiados de covid-19 y con cada vez menos opciones para reanudar la marcha.
Los caminantes fueron reprimidos el domingo con gases lacrimógenos y aporreados con varas por militares en una carretera del poblado de Vado Hondo, departamento de Chiquimula, fronterizo con Honduras, país que protestó por la violencia usada contra sus ciudadanos.
Unas 4.000 personas permanecen a la cabeza, de las 9.000 que se contabilizaron al comienzo. Otros 800 han sido contenidos en un pueblo vecino, cientos se han dispersado por los alrededores y al menos 1.568 personas han retornado a Honduras, entre ellas 208 menores, según datos de Migración de Guatemala.
La caravana está contenida en Vado Hondo, un punto estratégico a menos de 50 km de la frontera, desde donde se hace difícil continuar el rumbo por otro lado ante lo escarpado del lugar.
Melvin Cabrera, de 50 años, quien pasó la noche frente al bloqueo, aseguró que resistirá y pidió a las autoridades que los dejen continuar. “Soy soldador, carpintero, albañil y más, pero no consigo trabajo” en Honduras, dijo.
Los migrantes, entre ellos familias completas con niños, aguantan a la intemperie y elevan plegarias, esperanzados en que podrán seguir, pese a que Guatemala desplegó a 5.000 militares en todo el camino.
El éxodo hondureño comenzó la madrugada del viernes desde San Pedro Sula y los caminantes ya dan muestras de cansancio.
La tensión que se vive no fue impedimento para que una pequeña caravana de 300 salvadoreños se uniera este lunes al flujo, al entrar sin presentar documentos ni prueba negativa de covid-19 como lo exige Guatemala.
Los uniformados tienen la orden de hacer retroceder la caravana ante el riesgo de contagios de covid-19, según un decreto del presidente Alejandro Giammattei, que autoriza el uso de la fuerza.
Hasta el momento, 21 personas del grupo que pasaron por puestos de control sanitarios han dado positivo al virus, y deberán guardar cuarentena en Guatemala antes del regreso a su país.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), un ente autónomo de la OEA, manifestó su “preocupación” por la violencia usada contra la caravana, e instó a Guatemala a “garantizar el principio de adecuación y progresividad de la fuerza en acciones y controles migratorios”.
Los migrantes hondureños aseguran que escapan de la violencia, la pobreza, el desempleo y la falta de educación y salud, situación agravada por la pandemia.