De la pluma del director de La Gazzetta DF
Tehuacán.-
Había dudas e incertidumbre, hasta que la cúpula del PAN de Puebla confirmó que Jacobo Aguilar Sánchez es el aspirante mejor posicionado y con mayores ventajas para ganar la Presidencia de Tehuacán, por lo que es un hecho que él será el candidato de la coalición Por México al Frente. Esto les fue anunciado hace unos días a los cinco aspirantes finalistas en un conocido restaurante capitalino.
Al final del día la experiencia, integridad y capacidad de Jacobo se impusieron, y esas cualidades nadie las inventó, pues baste echar una mirada a su perfil para darnos cuenta que de los aspirantes, entre ellos los panistas, pocos como él —en la suma de un todo— tienen los positivos de Aguilar Sánchez y que seguramente fueron decisivos para que se decidieran por él.
Ahora como precandidato y luego como candidato lo que mayor respaldo le dará será su don de gente, de hombre sencillo y de contar con una familia sólida y unida, de ser un ciudadano identificado con los sueños de la mayoría de los tehucaneros, de lucha y echado para adelante; y eso, en principio, será una gran ventaja en tiempos electorales.
Jacobo no es como los típicos políticos de los que están cansados los ciudadanos, se le conocen otras cartas credenciales que lo visten y presentan como un hombre con valores muy arraigados, con superación y con la experiencia suficiente para no sólo encabezar a una coalición como la que conforman el PAN, PRD y MC, sino para hacerla más competitiva y, por ende, aspirar a ser primer mandatario de Tehuacán.
Pero para nadie es desconocido que su mayor fortaleza es ser un ciudadano más, por lo que dar la cara por todos ellos y representarlos sería una responsabilidad y un gran reto.
No está solo, su mejor apoyo es una estructura real, la que ha conformado a lo largo de más de 25 años. Los liderazgos de diferentes fuerzas políticas que ha logrado sumar en los últimos meses. En su faceta como empresario ha logrado hacer equipo con ejidatarios, con grupos empresariales, con sectores religiosos y prácticamente con toda la sociedad civil.
Conoce Tehuacán y sus problemas, recoge el sentimiento de la gente caminando las colonias y juntas auxiliares, lo que en suma lo ponen en la antesala de la silla de Rayón. Es Jacobo Aguilar Sánchez, hombre honesto y de palabra comprometida.