Redacción.- Adelgazar, aumentar masa muscular, desarrollar músculo … Antes de comenzar un ejercicio de rutina, debes definir tus objetivos. Una vez hecho esto, tanto la dieta como el entrenamiento deben enfocarse en lograr los mismos resultados.
La dieta que debes consumir depende del tipo de ejercicio físico que realices: a corto o largo plazo. Debemos analizar cada uno.
Ejercicio de resistencia y de larga duración: si estás corriendo, entrenando durante más de una hora y media o eres un deportista de alto nivel, se recomienda que comas carbohidratos y proteínas antes de entrenar. Por ejemplo: fruta, avena, yogur, queso desnatado, nueces, almendras, un vaso de leche,
Ejercicio de corta duración: si estás haciendo ejercicios de fuerza o yoga, es mejor no comer previo al entrenamiento ya que esto puede ayudarte a perder grasa, pero si necesitas comer debido a una bajada de azúcar o un ejercicio más lento, lo ideal son los carbohidratos y proteínas. Evita irritantes, grasas y mucha fibra antes de hacer ejercicio; especialmente si excede los 40 minutos.
Después del ejercicio, es importante rehidratarse y comer lo antes posible para reemplazar el desgaste. Incluye más carbohidratos que al principio como tortillas, avena, pan, sopa o panqueques. También consume proteínas, como leche, queso, frijoles, lentejas y huevos,
Recuerda, la hidratación también es fundamental. Si haces ejercicio durante más de una hora, se recomienda tomar un suero natural, puedes hacerlo a partir de una taza de jugo de naranja, un litro de agua, una cucharadita de miel y una pizca de bicarbonato, además de reparador es delicioso.
